ANÁLISIS
COMPARATIVO DE LA DIPLOMACIA ECONÓMICA CHINA HACIA URUGUAY Y CHILE Y SUS
IMPLICACIONES PARA ARGENTINA
AN ANALYSIS OF CHINESE ECONOMIC DIPLOMACY TOWARDS URUGUAY AND CHILE AND ITS IMPLICATIONS FOR ARGENTINA
ANÁLISE COMPARATIVA DA DIPLOMACIA ECONÔMICA DA
CHINA NO URUGUAI E NO CHILE E SUAS IMPLICAÇÕES PARA A ARGENTINA
Mg. Jorge
Gonzalo Fiore Viani
(Centro de
Investigaciones y Estudios sobre Cultura y Sociedad-
Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina)[1]
Fecha
de recepción: 01 de marzo de
2023
Fecha
de aceptación: 09 de mayo de
2023
Creative Commons 4.0
Cómo
citar: Fiore Viani, J. G.
(2023). Análisis comparativo de la diplomacia económica china hacia Uruguay y
Chile y sus implicaciones para Argentina. Revista
Pares - Ciencias Sociales, 3(1), 105- 119.
ARK CAICYT: http://id.caicyt.gov.ar/ark://a94b7ysbq
Resumen
En las últimas décadas, China ha intensificado
sus relaciones económicas con países de América Latina y el Caribe. En este
artículo se realiza un análisis comparativo de la diplomacia económica china
hacia dos países de la región, Uruguay y Chile durante el período 2019-2022, y se discuten las
posibles implicaciones para Argentina. Se identifican las similitudes y
diferencias en la estrategia de China hacia cada país, y se destaca la
dependencia de China en la carne y soja uruguayas, y en el cobre chileno.
Además, se discute cómo la inversión china en infraestructura en la región
podría afectar la competitividad de Argentina en términos de conectividad y
logística, y también en términos de influencia geopolítica. El artículo se
estructurará en tres secciones donde se realiza una presentación teórica sobre
la diplomacia económica, se relevan las acciones de diplomacia económica china
en América del Sur, y sus estrategias para con sus socios de la región al mismo
tiempo que se evalúan cuales pueden ser las implicancias de ello para
Argentina. Finalmente, se esbozan algunas conclusiones preliminares respecto de
lo analizado previamente sobre la diplomacia económica china hacia Uruguay y
Chile y sus implicancias en Argentina.
Palabras
clave: China, diplomacia
económica, Uruguay, Chile, Argentina
Abstract
This comparative analysis examines China's economic diplomacy toward Uruguay and Chile during the period from 2019-2022, focusing on the similarities and differences in China's strategies towards each country. China's relationship with Uruguay is centered around exporting beef and soybeans, while its relationship with Chile is focused on copper mining. China has invested in infrastructure in both countries, emphasizing ports in Uruguay and transportation infrastructure in Chile. These relationships have implications for Argentina, a major producer, and exporter of these commodities. The article concludes that Argentina must diversify its economic relationships and investments to minimize the risks associated with China's economic diplomacy in the region. The article will be structured in three sections where a theoretical presentation on economic diplomacy is made, Chinese economic diplomacy actions in South America are highlighted, and its strategies towards its partners in the region while evaluating which can be the implications of this for Argentina. Finally, some preliminary conclusions are outlined regarding what was previously analyzed on Chinese economic diplomacy towards Uruguay and Chile and its implications in Argentina.
Keywords: China, economic diplomacy, Uruguay, Chile, Argentina
Resumo
Nas últimas décadas, a China intensificou suas
relações econômicas com os países da América Latina e do Caribe. Este artigo
faz uma análise comparativa da diplomacia econômica chinesa com dois países da
região, o Uruguai e o Chile, durante o período de 2019-2022, e discute as
possíveis implicações para a Argentina de estas relações. Primeiramente,
identificam-se as semelhanças e as diferenças na estratégia da China com cada
país analisado, destacando a dependência chinesa do cobre chileno e da carne e
soja uruguaia. Também, o artigo discute como o investimento da China em
infraestrutura na região pode afetar a competitividade da Argentina em termos
de conectividade, logística e influência geopolítica. O artigo é estruturado em
três partes: a primeira é uma apresenta teórica sobre a diplomacia econômica, a
segunda analisa as ações da diplomacia econômica da China na América do Sul e
suas estratégias com seus parceiros na região, assim como avalia as suas
implicações para a Argentina, e, a última esboça conclusões sobre a diplomacia
econômica chinesa no Uruguai e no Chile e suas implicações na Argentina.
Palavras-chave: A China, diplomacia econômica, O Uruguai, O
Chile, A Argentina
Introducción
La diplomacia económica
se ha convertido en un tema de gran importancia en las relaciones
internacionales, especialmente en el contexto actual de globalización y
creciente interdependencia entre los países (Lee, 2016). En este sentido, China
ha emergido como un actor clave en la diplomacia económica, y su presencia en
América Latina ha aumentado significativamente en los últimos años. En
particular, Uruguay y Chile han establecido estrechas relaciones económicas con
China, lo que ha generado interés en conocer las posibles implicaciones de esta
diplomacia económica para otros países de la región, como Argentina. En este
artículo, se analizará la diplomacia económica china hacia Uruguay, y Chile y
sus posibles implicaciones para la economía argentina durante el período 2019-2022.
La diplomacia económica
se refiere a las acciones que un país lleva a cabo para promover sus intereses
económicos en el extranjero a través del diálogo, la negociación y la
cooperación con otros países . A lo largo de la historia, la diplomacia
económica ha sido utilizada por los países para mejorar su posición en el
mercado global y para garantizar el acceso a recursos y mercados
internacionales (Fels, 2016).
En la actualidad, China
se ha convertido en un actor clave en la diplomacia económica global, gracias a
su creciente influencia y poder económico. China ha utilizado la diplomacia
económica para expandir su presencia en diferentes regiones del mundo,
incluyendo América Latina, en los últimos años, China ha desplegado en la región
una serie de estrategias para aumentar su presencia económica en la región
sudamericana, como parte de su Iniciativa de la Franja y la Ruta (Belt and Road
Initiative, BRI). Por ejemplo, ha invertido en proyectos de infraestructura en
estos países, como la construcción de puertos y ferrocarriles, y ha firmado
acuerdos comerciales y de inversión bilaterales (Zafra, 2018).
En este artículo, se
analizará la diplomacia económica china hacia Uruguay y Chile, dos países que
han establecido relaciones económicas significativas con China, y se evaluarán
las posibles implicaciones para la economía argentina. La primera sección del artículo presentará
una revisión teórica de la diplomacia económica, su historia y evolución, y los
principales conceptos y estrategias utilizados por los países para promover sus
intereses económicos en el extranjero.
La sección dos
proporcionará una descripción detallada de las acciones de diplomacia económica
china en América del Sur, centrándose en sus estrategias para fortalecer su
presencia económica en Uruguay y Chile. La sección tres evaluará las posibles
implicaciones de la diplomacia económica china para la economía argentina. En
particular, se analizará cómo la relación económica de Argentina con China se
compara con la de Uruguay y Chile, y se discutirán las oportunidades y desafíos
que esto puede presentar para el país.
Finalmente, la sección
concerniente a las conclusiones resumirá los hallazgos del artículo al mismo
tiempo que buscará proporcionar algunas reflexiones finales sobre la diplomacia
económica china en América del Sur y sus posibles implicaciones para otros
países de la región, como Argentina.
La metodología utilizada
para el presente artículo es de naturaleza cualitativa, la cual se construye a
partir de fuentes primarias y secundarias, con el análisis de textos de
referencia teóricos para dar forma a un estado del arte actualizado sobre el
rol de la diplomacia económica china en los países seleccionados y sus
comparaciones con el caso de la Argentina. También se utilizan fuentes
primarias, como textos oficiales y datos estadísticos de los países
sudamericanos, para comprender las lecturas y el contexto de los vínculos con China.
Las fuentes secundarias incluyen textos teóricos de referencia para
desarrollar un estado del arte actualizado sobre el tema. Además, se utilizan
fuentes primarias, como textos oficiales y documentos de los países
sudamericanos, para comprender el contexto de los vínculos con China. Sin
embargo, los datos estadísticos no son considerados fuentes cualitativas, sino
más bien cuantitativas, lo que significa que se pueden analizar y medir
numéricamente. Por lo tanto, la inclusión de datos estadísticos en el estudio
implican un enfoque mixto en la metodología, que combina tanto elementos
cualitativos como cuantitativos.
Los tres países
seleccionados para el análisis son Argentina, Chile y Uruguay. Aunque no
capturan el total de las diversas visiones y experiencias de inserción
internacional de América del Sur, se trata de los principales socios comerciales
de China en la región sudamericana que integran la Iniciativa de la Franja y la
Ruta, sin ignorar el caso de
Brasil, que es un socio comercial de primer orden, pero que, al momento de
escribir el presente artículo, no forma parte de la BRI, por lo que es
donde mejor puede verse el accionar de su diplomacia económica en América del
Sur.
En resumen, este
artículo tiene como objetivo analizar la diplomacia económica china hacia los
países de América del Sur, con un enfoque en sus relaciones económicas con
Uruguay y Chile, para, de esta manera, evaluar las posibles implicaciones para
la economía argentina. Se espera que los hallazgos presentados en este artículo
sean de relevancia tanto para la comunidad académica como para los responsables
políticos que buscan comprender mejor la diplomacia económica y su impacto en
la política exterior de los Estados.
1. Una breve aproximación teórica a la diplomacia económica y al poder productivo
China desarrolla su
política hacia América Latina a través de una
activa diplomacia económica caracterizada por el pragmatismo, y sostenida en la
conciliación (Tokatlian, 2007). En este contexto, este tipo de diplomacia se ha
convertido en una herramienta fundamental para China a la hora de desplegar su
política exterior. El concepto de diplomacia económica, en términos amplios,
podría definirse como una sumatoria de acciones, procesos, prácticas e
instrumentos de naturaleza económica emanadas hacia el exterior del Estado,
mediante los que se crean y distribuyen los
beneficios de las relaciones económicas internacionales (Bayne y Woolcok, 2017).
La diplomacia económica
se remonta a comienzos de los años cincuenta, y, en un primer momento, fue
impulsado por el gobierno de Japón con el objetivo de explorar nuevos mercados
a través de la cooperación económica con países de regiones no desarrolladas
(Yongsheng, 2006). Tras el final de la Guerra Fría, y la baja de probabilidades
respecto de que se produzca un enfrentamiento militar directo o a gran escala
entre las grandes potencias, comenzaron a surgir distintas lecturas novedosas
respecto de la competencia internacional (Scholvin y Wigell, 2019).
Para
Coolsaet:
[…]la diplomacia económica se fortalece cuando la
aceleración de la globalización es acompañada por una
ausencia de reglas de conducta consensuadas y por la emergencia de nuevos temas
en la agenda comercial como resultado de una revolución industrial. (2004: 61)
El
académico chino Li Wei define a la diplomacia económica como la actividad de
intercambio oficial por parte del gobierno de un país respecto de los asuntos
económicos y financieros con otros gobiernos, organizaciones internacionales o
corporaciones multinacionales. De esta manera, la diplomacia económica es una
acción de política exterior emanada del Estado, por lo que se trata,
básicamente, de una actividad política (Wei y Yi, 2004).
Por su
parte, Hill (2016) subraya cómo la diplomacia económica deriva de la necesidad de promover
la prosperidad nacional y conducir una política exterior económica para
lograrlo. A diferencia del economic
statecraft, hoy podría decirse que la diplomacia económica es el uso que
hacen los Estados de su influencia política para favorecer sus intereses
económicos en los mercados internacionales (Rana y Chaterjee, 2011).
Definir
diplomacia económica, como hemos visto, es una tarea de gran complejidad debido
a la multiplicidad existente de actores, procesos, niveles, instrumentos y
resultados que forman parte tanto de su creación como de su entramado (Rubiolo
y Busilli, 2021). Esto se vuelve más complejo aún a partir de la interdependencia
económica, ya que se difuminan los límites entre lo que pertenece a la esfera
doméstica y la internacional, desembocando en dinámicas multinivel, o híbridas
(Bayne y Woolcock, 2018).
Debido
a la amplitud de esta definición, es posible pensar en la diplomacia económica
como todo tipo de distintas estrategias, prácticas, acciones y decisiones de
naturaleza económica provenientes desde el Estado, aunque, también es necesario
tener en consideración que no necesariamente todas las actividades económicas
implican diplomacia, ni todos lo actuado por parte de los sujetos económicos
tienen que ver ver con los propósitos nacionales (Rubiolo y Busilli, 2021). Sin
embargo, el Estado no deja de ser un actor primario, que, por lo tanto, ejerce
un rol clave en la diplomacia económica (Okano-Heijmans, 2011; Hill, 2016).
En ese
sentido, y, de acuerdo con Rubiolo y Busilli (2021: 131) la diplomacia
económica:
Se
desarrolla en el terreno de intersección de los objetivos, las
estrategias y los actores políticos y económicos, que operan en el
nivel internacional respondiendo a condicionamientos domésticos y
externos. La naturaleza de las estrategias y objetivos puede tener una mayor
preeminencia de lo económico o de lo político, y puede procurar
condicionar o influir en el comportamiento de un tercer Estado, incluso actores
no estatales dentro de otros Estados persiguiendo objetivos nacionales.
En
este contexto, existe un incremento de la competencia internacional en medio de
un escenario impredecible, lo que genera incentivos más claros a las empresas
para buscar apoyo de los Estados, así como también de estos a establecer
condiciones favorables a las mismas (Rubiolo y Busilli, 2021). Como resultado
de este fenómeno, la diplomacia económica y el rol del Estado como actor
central se intensifican (Coolsaet, 2004; Okano-Heijmans, 2011).
Robert Gilpin, asegura
que “los lazos económicos entre los Estados casi siempre involucran relaciones
de poder” (2001: 81). Esto se produce a partir de la construcción de
dependencias que son explotadas políticamente por la contraparte más fuerte en
el caso de una relación bilateral, por ello, los Estados encuentran incentivos
para aumentar la dependencia de otros Estados a través de políticas económicas
como la ayuda extranjera y las concesiones comerciales (Rubiolo y Busilli,
2021). Berridge y James (2003) plantean que la diplomacia económica se
involucra en cuestiones de política económica, como pueden ser las
instancias de negociaciones comerciales multilaterales, al mismo tiempo que
también incluye la utilización de recursos económicos, en forma de
incentivos o sanciones, en procura de determinado objetivo de política
exterior.
En esa línea, Coolsaet
(2004: 61) afirma:
La
diplomacia económica se fortalece cuando la aceleración de la
globalización es acompañada por una ausencia de reglas de conducta
consensuadas y por la emergencia de nuevos temas en la agenda comercial como
resultado de una revolución industrial.
Es interesante también, traer a colación el concepto de poder
productivo, que indica que las ideas de los actores son influenciadas por los
procesos sociales dominantes y sistemas de conocimiento, ya que la relación
desigual entre estados superordenados y subordinados moldea la forma en que los
estados subordinados ven el mundo y definen sus ideas (Barnett y Duvall, 2005).
En este caso, la RPCh sería, claramente, el Estado superordenado mientras que
los países sudamericanos jugarían el rol de subordinados.
En este contexto, los Estados subordinados operan en un mundo en el que
los Estados superordenados han definido lo que se considera normal en la vida
política internacional, y donde el conocimiento de los estados superordenados
está presente en las instituciones y prácticas internacionales. Es importante,
en este sentido, destacar la influencia de las relaciones de poder y la estructura
social en la formación de ideas y perspectivas políticas de los estados
subordinados en el sistema internacional (Barnett y Duvall, 2005).
2. Diplomacia Económica de la
República Popular China en Uruguay y Chile
En América Latina, China ha utilizado la diplomacia
económica para mejorar su relación con los países de la región y garantizar el
acceso a recursos naturales y mercados. La diplomacia económica china se ha
caracterizado por su enfoque en la cooperación y el intercambio comercial, así
como por su interés en la inversión en infraestructura y proyectos estratégicos
en la región (Kacowicz, 2017).
En el caso de Uruguay y Chile, China ha profundizado sus relaciones
económicas sólidas durante el período analizado. En Uruguay, China ha
invertido en la industria de la carne y ha promovido la cooperación en áreas
como la agricultura y la energía renovable. En Chile, China ha invertido en la
minería y ha cooperado en la construcción de infraestructura, como puertos y ferrocarriles
(Shirk, 2016). En 2020, China fue el segundo destino de las exportaciones
uruguayas, y el principal proveedor de importaciones (El
Economista, 2023).
La relación entre ambos países se ha fortalecido a través de la firma de
acuerdos bilaterales y la promoción de inversiones chinas en Uruguay,
especialmente en el sector agropecuario (Vázquez,
2019).
En el caso de Chile, China se ha
convertido en el principal socio comercial del país. En 2019, el 34% de las
exportaciones chilenas tuvieron como destino China, mientras que el 23% de las
importaciones provenían de China (El Economista, 2023). Además, China ha invertido significativamente en
infraestructura en Chile, como la construcción de puertos y ferrocarriles, lo
que ha mejorado la conectividad del país con el mercado chino (Liu, 2020).
La diplomacia económica de China en
Uruguay y Chile puede tener diversas implicaciones para Argentina. En primer
lugar, la competencia comercial con China podría afectar la capacidad
exportadora de Argentina en estos mercados, especialmente en el caso de Uruguay,
donde China se ha convertido en un socio comercial importante. En segundo
lugar, la presencia de China en la región puede influir en las decisiones de
inversión de empresas chinas, que podrían optar por establecerse en Uruguay o
Chile en lugar de Argentina.
En tercer lugar, la diplomacia
económica de China puede tener implicaciones políticas para Argentina, ya que
el acercamiento de Uruguay y Chile a China podría aumentar la influencia china
en la región, lo que podría ser visto como una amenaza para los intereses
argentinos (García, 2020). Es
interesante señalar qué ni Uruguay ni Chile figuran en la
lista de los principales deudores de los bancos chinos en la región, algo que
se explica a partir de la diversificación de sus mercados financieros (The
Dialogue, 2023).
China ha intensificado sus relaciones
económicas con países de América Latina y el Caribe en las últimas décadas. En
el caso de Uruguay, China ha establecido una relación comercial centrada en la
exportación de carne vacuna y soja. En 2019, Uruguay exportó a China
aproximadamente el 60% de su carne vacuna y el 50% de su soja. Además, China ha
invertido en infraestructura en Uruguay, incluyendo la construcción de un
puerto en la ciudad de Montevideo.
En el caso de Chile, China ha
establecido una relación comercial centrada en la minería del cobre. China es
el principal comprador de cobre chileno y ha invertido en empresas mineras en
el país. También ha establecido un acuerdo de libre comercio con Chile, lo que
ha aumentado el intercambio comercial entre ambos países. Además, China ha
invertido en infraestructura en Chile, incluyendo la construcción de puertos y
ferrocarriles.
Aunque la estrategia de la diplomacia
económica china hacia Uruguay y Chile tiene similitudes, también hay
diferencias importantes. En ambos casos, China ha establecido relaciones
comerciales centradas en sectores específicos (carne y soja en el caso de
Uruguay, y cobre en el caso de Chile), y ha invertido en infraestructura en
ambos países. Sin embargo, la inversión china en infraestructura en cada país
ha sido diferente en términos de sectores y montos de inversión.
En Uruguay, China ha invertido
principalmente en infraestructura portuaria, mientras que en Chile, China ha
invertido en puertos, ferrocarriles y otras infraestructuras de transporte.
Además, China ha establecido un acuerdo de libre comercio con Chile, mientras que no ha hecho lo mismo
con Uruguay ni con Argentina, debido a la pertenencia de estos al Mercosur
junto a Brasil, Paraguay, Bolivia y Venezuela –actualmente
suspendido–. El Mercosur prohíbe que sus miembros celebren tratados de libre comercio de
manera individual, y en el caso de China, no puede hacerlo, ya que necesita la
aprobación de los poderes legislativos de cada país y Paraguay se encuentra imposibilitado, dado que aún reconoce a Taiwán. En general, la estrategia de China hacia Chile ha sido más
amplia y diversificada que hacia Uruguay y también hacia Argentina.
2.2 Posibles
implicaciones de la diplomacia económica china en Argentina
Las relaciones económicas de China
con Uruguay y Chile tienen implicaciones importantes para Argentina. En el caso
de Uruguay, la dependencia de China en la carne y soja uruguayas podría ser un
riesgo para Argentina, que también es un importante exportador de estos
productos. Si China decidiera reducir sus importaciones de carne y soja de
Uruguay, aumentaría la oferta de estos productos en el mercado internacional,
lo que afectaría
negativamente los precios que recibe Argentina por sus exportaciones.
En
lo que respecta a Chile, la dependencia de China en el cobre chileno podría
tener implicaciones para Argentina,
que también es un importante productor de cobre. Si China decidiera reducir sus
importaciones de cobre chileno, aumentaría la oferta de cobre en el mercado
internacional, lo que afectaría negativamente los precios que recibe Argentina
por sus exportaciones.
Por ejemplo, si China invierte en la
construcción de puertos y ferrocarriles en Uruguay y Chile, se incrementaría la
competencia en términos de conectividad y logística en la región. Sí estos
puertos y ferrocarriles ofrecen mejores condiciones y tarifas que los que
existen actualmente en Argentina, podría reducir la competitividad del país en
el mercado internacional.
Además, la inversión china en
infraestructura también podría tener implicaciones en términos de influencia
geopolítica en la región. Si China continúa invirtiendo en infraestructura en
Uruguay y Chile, podría aumentar su influencia en estos países y en la región
en general. Esto podría tener implicaciones para la relación de Argentina con
estos países y con China en términos políticos y económicos.
La diplomacia económica china ha
tenido un impacto significativo en el desarrollo de Chile y Uruguay en las
últimas décadas. Desde la perspectiva de Uruguay, la diplomacia económica china
ha impulsado el crecimiento económico del país mediante la inversión extranjera
directa en sectores clave como la energía, la infraestructura y la agricultura.
En 2019, China se convirtió en el principal socio comercial de Uruguay,
representando el 28 % del
total de las exportaciones del país (El Economista, 2023).
En el caso de Chile, la diplomacia
económica china ha sido un motor importante para el desarrollo del país, ya que
China es el principal destino de las exportaciones chilenas. Además, la
inversión china ha estado presente en varios sectores económicos de Chile,
incluyendo la energía, la minería, la agricultura y la tecnología. Sin embargo,
esta relación también ha llevado a un mayor endeudamiento por parte de Chile
con China, lo que ha generado preocupaciones sobre la dependencia económica del
país en la relación con China (Méndez, 2019).
La diplomacia económica china ha
tenido un impacto significativo en el desarrollo de Chile y Uruguay en las
últimas décadas. La inversión china ha impulsado el crecimiento económico de
ambos países y ha cambiado la estructura de sus economías. Sin embargo, también
ha llevado a preocupaciones sobre la dependencia económica y la posible influencia de China en
la política interna de los países. Es importante, por ello, evaluar los
impactos a largo plazo en la región de la relación entre China y los países de
América Latina.
La diplomacia económica de la
República Popular China ha tenido un impacto significativo en el desarrollo
productivo de Argentina. En los últimos años, la inversión china en proyectos
de infraestructura, energía y agricultura ha contribuido a impulsar el
crecimiento de estos sectores en Argentina. En el ámbito de la agricultura, la
inversión y la cooperación china han tenido un impacto positivo en la
producción y exportación de alimentos argentinos. China es el principal
comprador de productos agrícolas argentinos, lo que ha impulsado el crecimiento
de este sector en el país sudamericano. Además, la inversión china en proyectos
de investigación y desarrollo agrícola ha permitido la mejora de la producción
de cultivos y la implementación de prácticas más eficientes en la agricultura argentina (Lin, 2019).
En lo que tiene que ver con el sector
energético, la inversión china en proyectos de energía renovable ha permitido
el desarrollo de fuentes de energía más sostenibles en Argentina. La cooperación entre ambos
países en materia de energía ha permitido la implementación de políticas y
proyectos que buscan disminuir la dependencia de los combustibles fósiles y
aumentar la generación de energía renovable en el país (Aguilar, 2020).
En materia concerniente al sector de
infraestructura, la inversión china ha permitido la mejora de la conectividad y
el transporte en Argentina. La inversión china en proyectos de construcción de
carreteras, puentes y ferrocarriles ha permitido una mayor interconexión entre
las distintas regiones del país y una mayor eficiencia en la logística y el
transporte de mercancías (Chauvet, Chen,
Jaimurzina, Xu y Jin, 2020).
Sin embargo, también es importante
tener en cuenta los posibles riesgos y desventajas de la inversión y
cooperación china en el desarrollo productivo argentino. Uno de los principales
riesgos es la dependencia argentina respecto de China en algunos sectores, lo
que podría generar vulnerabilidades y riesgos económicos en el largo plazo.
Además, la competencia de las empresas chinas en el mercado interno argentino
podría desplazar a las empresas locales, generando desigualdades económicas y
sociales (García, 2020).
La diplomacia económica china hacia Argentina presenta tanto beneficios como riesgos y desafíos que deben ser abordados para lograr una relación bilateral equilibrada y sostenible. Es necesario evaluar cuidadosamente los beneficios y costos de la relación económica con China, e implementar políticas adecuadas para enfrentar los riesgos y desafíos. Para abordar estos riesgos, es fundamental que Argentina implemente políticas adecuadas para promover la diversificación económica, la innovación y la mejora de la competitividad. Esto permitiría reducir la dependencia económica en China y mejorar la posición de Argentina en el mercado global. Además, es importante que las inversiones chinas en Argentina se realicen de manera responsable y sostenible, tomando en cuenta las preocupaciones ambientales y sociales.
Conclusiones
En conclusión, la estrategia de la
diplomacia económica china hacia Uruguay y Chile tiene implicaciones
importantes para Argentina. La dependencia de China en los productos exportados
por estos países podría afectar negativamente los precios que Argentina recibe
por sus exportaciones. Además, la inversión china en infraestructura en la
región podría reducir la competitividad de Argentina en términos de
conectividad y logística, y también podría tener implicaciones en términos de
influencia geopolítica. Es importante que Argentina esté atenta a estos
factores y trabaje en la diversificación de sus relaciones comerciales y de
inversión en la región y en el mundo.
La diplomacia económica de China en
América Latina ha sido un tema de creciente interés en los últimos años. En
particular, el enfoque de China en Uruguay y Chile ha fortalecido
significativamente la relación comercial y de inversión entre estos países y
China. La presencia de China en la región ha mejorado la conectividad de
Uruguay y Chile con el mercado chino, lo que ha tenido un impacto positivo en
la economía de ambos países.
Sin embargo, la diplomacia económica
china también puede tener implicaciones políticas para Argentina, ya que el
acercamiento de estos países a China podría aumentar la influencia china en la
región, lo que podría ser visto como una amenaza para los intereses argentinos.
Además, la competencia comercial con China podría afectar la capacidad
exportadora de Argentina en estos mercados, especialmente en el caso de
Uruguay, donde China se ha convertido en un socio comercial importante.
En lo que concierne a la composición
de la canasta exportadora, Argentina ha mantenido su tradicional
especialización en productos primarios, mientras que China ha demostrado una
creciente diversificación de sus exportaciones, incluyendo una mayor presencia
de bienes manufacturados. Si bien la balanza comercial continúa siendo
deficitaria para Argentina, el país ha logrado diversificar su cartera de
productos exportados a China y ha incrementado su participación en sectores de
mayor valor agregado, como la carne bovina y la pesca.
En términos de la inversión china en
Argentina, aunque ha sido significativa, no ha sido tan elevada como en otros
países de la región. La inversión china se ha concentrado en sectores como la
energía, la minería y la infraestructura, y ha tenido un impacto positivo en la
economía argentina en términos de empleo y transferencia de tecnología. Sin
embargo, aún existen oportunidades para aumentar la inversión china en sectores
como la agroindustria y la tecnología.
En lo que respecta a las tendencias
del comercio bilateral, se ha observado un aumento constante en el valor de las
exportaciones e importaciones entre ambos países, aunque también se ha
registrado una disminución en el volumen de algunos productos debido a factores
como la pandemia de COVID-19 y las políticas comerciales restrictivas. La
relación chino-argentina
puede tener un impacto positivo en el desarrollo tecnológico y productivo de
Argentina, especialmente en sectores estratégicos como la agroindustria, la
industria automotriz y la biotecnología. Sin embargo, también es necesario
destacar la importancia de abordar los desafíos y limitaciones que enfrenta
esta relación, como la necesidad de una visión de largo plazo, la promoción de
la colaboración tecnológica y la implementación efectiva de políticas públicas.
La diplomacia económica china ha
permitido la entrada de importantes flujos de inversión extranjera directa
(IED) en Argentina, especialmente en sectores estratégicos como la energía, la
minería y la agricultura. Estos flujos de IED han contribuido a mejorar la
infraestructura, modernizar las tecnologías y aumentar la capacidad productiva
de la economía argentina. En ese sentido, la relación bilateral entre Argentina
y China ha generado importantes oportunidades comerciales, lo que ha permitido
la diversificación de las exportaciones argentinas y el acceso a nuevos
mercados. Sin embargo, también se han identificado desafíos en términos de
asimetrías comerciales y dependencia tecnológica, lo que implica la necesidad
de fortalecer la capacidad productiva y tecnológica del país.
Es fundamental destacar que la
diplomacia económica china ha tenido un impacto diferencial en los distintos
sectores productivos de Argentina. Si bien algunos sectores se han beneficiado
ampliamente de la inversión y la cooperación tecnológica con China, otros
sectores han enfrentado mayores dificultades para adaptarse a los cambios en el
mercado internacional. Por lo tanto, es importante que Argentina
considere cuidadosamente el impacto de la diplomacia económica china en Uruguay
y Chile y desarrolle estrategias para enfrentar los desafíos y aprovechar las
oportunidades que surjan. Esto podría incluir el fortalecimiento de las
relaciones comerciales y de inversión con otros países de la región, la mejora
de la competitividad de la economía argentina y la promoción de la cooperación
regional.
La estrategia de la diplomacia
económica china hacia Uruguay y Chile ha sido exitosa en términos de fortalecer
la relación comercial y de inversión entre estos países y China. Sin embargo,
esto también ha creado una mayor dependencia de estos países en la economía
china, lo que podría tener implicaciones negativas para Argentina en términos
de precios y competitividad.
Es importante que Argentina
diversifique sus relaciones comerciales y de inversión en la región y en el
mundo para reducir su dependencia de los mercados de Uruguay y Chile y para
enfrentar la competencia comercial de China. Argentina podría fortalecer las
relaciones comerciales y de inversión con otros países de la región, como
Brasil y México, así como buscar oportunidades en mercados emergentes como
India y África. Además,
Argentina podría trabajar en mejorar su competitividad en términos de
conectividad y logística para no quedarse atrás en términos de infraestructura
en comparación con Uruguay y Chile, que han recibido inversiones chinas
significativas en este sentido. Esto podría incluir mejoras en los puertos,
carreteras y ferrocarriles.
En general, la diplomacia económica china en la región ha
tenido un impacto significativo en la economía y la política de América Latina,
y es importante seguir analizando su desarrollo y sus implicaciones para los
países de la región. Por todo lo expuesto anteriormente y a lo largo de este artículo, es
necesario continuar profundizando en el estudio de los efectos de la diplomacia
económica china en la economía argentina, a fin de identificar políticas
públicas que permitan maximizar los beneficios y minimizar los costos de esta
relación bilateral.
Para finalizar, es importante decir
que Argentina debe estar atenta a las implicaciones de la diplomacia económica
china en Uruguay y Chile y trabajar en la diversificación de sus relaciones
comerciales y de inversión para mantener su competitividad y no depender
exclusivamente de estos mercados. Al mismo tiempo, la región debe continuar
monitoreando el desarrollo de la diplomacia económica china y sus implicaciones
para los países de América Latina.
Referencias bibliográficas
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[1] Es abogado, magíster en Relaciones
Internacionales, y actualmente se encuentra finalizando su doctorado en
Relaciones Internacionales con una beca de finalización de CONICET. Es docente
de grado de la Universidad Anáhuac de Queretaro, México, de la Universidad Blas
Pascal de Córdoba, Argentina, y de
posgrado del Centro de Estudios Avanzados de la Universidad Nacional de
Córdoba, Argentina. Ha publicado dos libros, Una globalización antiglobalista y Hagan Lío, por la editorial de la Universidad Nacional de Córdoba,
Argentina. Cuenta con una profusa actividad académica y de divulgación de las
Relaciones Internacionales.
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0017-0435
Correo electrónico: gonzalofioreviani@gmail.com